Headline

viernes, 20 de diciembre de 2013

Pin It

Widgets

Con Hipólito Por Convicción

Nuestra sociedad indudablemente se debate en un gran desafío en este momento, una crisis moral en todos los órdenes que a muchos no ha dejado atónitos, una crisis económica a mi juicio como economista con características muy particulares, la misma se expresa en una sensación generalizada de desesperanza en la mejora de la calidad de vida y costo de la vida de nuestra gente, como muestra, una canasta familiar sin precedentes que supera más de 33 mil pesos mensual en la familia promedio, cuando los ingresos del primer quintil de la población está en el suelo, y sumemos a eso las pobres expectativas de mejoras del sector empresarial Dominicano y la desaparición de la clase media a la vista si no hacemos reformas de tipo estructural como la de los años 90’s como lo fue el nuevo programa económico (NPE) que permitió un cambio de modelo económico de nuestro país generando miles de empleos y un modelo económico muy favorable que funciono por más de 15 años.

Hoy en día, las reforma que requiere el país son otras y con otras naturalezas, tanto nacional como internacionalmente en materia económica, una no solo mejora de nuestro modelo exportador, haciéndolo más eficiente y rentable, el cambio de la matriz energética para que sea más agradable al medio ambiente y de precios accesibles para el pueblo y para el sector industrial que nunca será competitivo con estos costos de la energía eléctrica, y ni hablar del sistema de salud dominicano, la seguridad social y la Educación que esta demás decir que damos vergüenza a cada informe internacional que nos mide como nación.

Hace más de 3 años tuve la oportunidad de conocer personalmente a un hombre que pretendía ofrecerle al país una solución responsable a la situación nacional en la que he descrito, en ese momento el presidente Hipólito Mejía tenia no más de un 3 por ciento de aceptación en el mercado electoral Dominicano, y mucho me preguntaron, que por que apoyar a un líder con tan pocas posibilidades de victoria, mi respuesta fue y ha sido la misma, cuando conocí al Presidente Hipólito en el acto conectó en mi dé el tres condiciones que siempre he valorado en una persona, la Sinceridad, no resisto las personas con poses y falta de transparencia; segundo al escucharlo note que Hipólito Mejía, no renuncia ni negocia sus principios y convicciones, y tercero a él todo el mundo le reconoce sus valores familiares y su ejemplo como Padre.

Nuestra peor crisis en este momento es la crisis del sistema democrático nacional, un cómplice de la corrupción nos gobierna, un inmoral confeso que dijo usaría los recursos públicos y con ello evitar caer preso y que se generara el cambio real en las elecciones pasadas pretende volver a depredar lo nuestro en el 2016 y una quinta columna que no se ruboriza con ser un traidor y hacer negocios con los morados tiene secuestrado el único instrumento que nos queda para romper la dictadura disfrazada de la ridícula democracia que respiramos. 

La gran pregunta que cualquiera se hace es ¿qué hacer?, a mi juicio es entender que necesitamos una persona con trayectoria probada capaz de someter a corruptos ante la justicia no importa si es del sector público o privado, comprender que necesitamos un líder donde todos ponernos a respaldar su propuesta de nación, una propuesta que represente, experiencia de estado probada, voluntad política para hacer los cambios que de una vez y por toda requiere nuestra nación, valores cristianos y familiares necesarios para generar un desarrollo económico y humano cónsono con los principios de nuestros padres fundadores, ese Líder es Hipólito Mejía, hoy más que nunca nuestra nación requiere de su concurso para esta apuesta épica que libraremos como gladiadores y que debemos vencer para salvar esta bella nación.

Por ultimo termino con esta narración de la historia que tiene carácter de leyenda dirigida a mi líder, Hipólito Mejía, les cito:

“En el año 335 a.C., al llegar a la costa de Fenicia, Alejandro Magno debió enfrentar una de sus más grandes batallas. Al desembarcar comprendió que los soldados enemigos superaban en cantidad, tres veces mayor, a su gran ejército.

Sus hombres estaban atemorizados y no encontraban motivación para enfrentar la lucha. Habían perdido la fe y se daban por derrotados. El temor había acabado con aquellos guerreros invencibles.

Cuando Alejandro Magno hubo desembarcado a todos sus hombres en la costa enemiga dio la orden de que fueran quemadas todas sus naves.

Mientras los barcos se consumían en llamas y se hundían en el mar, reunió a sus hombres y les dijo: "¡Observen como se queman los barcos, esa es la única razón por la que debemos vencer, ya que si no ganamos, no podemos volver a nuestros hogares, y ninguno de nosotros podrá reunirse a su familia nuevamente, ni podrá abandonar esta tierra que hoy despreciamos!

¡Debemos salir victoriosos en esta batalla, ya que solo hay un camino de vuelta y es por el mar.

¡Caballeros, cuando regresemos a casa lo haremos de la única forma posible, en los barcos de nuestros enemigos!"

Cuantas veces la falta de fe, el temor y la inseguridad, el estar atado a lo seguro nos priva de conseguir nuevos éxitos, nos hace renunciar a los cambios, nos hace renunciar a los sueños, nos hace negar los anhelos y las metas que están grabadas en lo más profundo de nuestros corazones.

Cuantas veces la seguridad de poseer algo, nos hace renunciar a la posibilidad de conseguir algo mucho mejor, cuantas veces lo que tenemos fácilmente a nuestro alcance nos impiden crecer, haciendo que la seguridad se convierta en mediocridad, en fracaso y en monotonía.

Debemos saber que perseverando todo puede lograse. Que el amor y la fe nos dan la fuerza necesaria para obrar milagros en nuestras vidas si así lo deseamos.

Que las personas perseverantes inician su éxito donde otras acaban por fracasar, que ningún camino es demasiado para el hombre que avanza decidido y sin prisas teniendo claro sus objetivos.

El ejército de Alejandro Magno venció en aquella batalla, regresando a su tierra a bordo de los barcos conquistados al enemigo.

Los mejores hombres no son aquellos que han esperado las oportunidades, sino quienes las han buscado y las han aprovechado a su tiempo, quienes han asediado a la oportunidad. Quienes la han conquistado.

Las condiciones para lograr el éxito no son siempre fáciles, no hay otro método que trabajar duro, ser tenaz, soportar, tener fe, luchar, creer siempre, no rendirse y jamás volver la espalda.

Presidente Hipólito, este es el momento de planificar la victoria, este es el mejor momento de que usted, nuestro indiscutible líder, enfrente a la maledicencia que nos desgobierna y a los asomos de dictadura y corrupción que se apropia de los sueños de los más necesitados, de una nación decente que tenemos que  dejarle a los nietos e hijos de mucha gente.


¡Que vivan nuestros padres fundadores!!!... ¡Que viva la República Dominicana!!!..

Publicar un comentario

 
Copyright © 2014 TURISRADAR.COM
turisradar - Modificado por RAFAEL BERROA