Una de las primeras tareas que asumió el doctor Jaime David Fernández Mirabal después de juramentarse como Ministro de Recursos Naturales y Medio Ambiente, fue erradicar la práctica del conuquismo en el área reservada de Los Haitises.
Por años, ese hermoso parque natural, patrimonio del país y de la humanidad, estuvo siendo depredado de manera sistemática y casi impune por partidas de campesinos trashumantes, dominicanos y haitianos, que se dedicaban a incendiar áreas de bosques para la siembra de varios cultivos, principalmente yautía.
Desde el aire y nosotros tuvimos esa experiencia, sobrevolando la zona se podían apreciar numerosas columnas de humo que identificaban los fuegos encendidos por los conuqueros. No resultó misión fácil emprender la protección de Los Haitises y romper la añeja madeja de intereses de los depredadores, que apelaban al consabido argumento del “padrefamilismo” para justificar su reiterada violación de la ley y la constante agresión al carácter sagrado de la zona.
En ocasiones, fue preciso utilizar la fuerza pública ante la resistencia al desalojo. También hubo que compensarles económicamente. Se pensaba que de esta forma había quedado erradicada la práctica perniciosa del desmonte y Los Haitises a cubierto de nuevas acciones depredadoras.
No ha sido así. Ayer la prensa matutina recogió la alerta de la Sociedad Ornitológica de La Hispaniola denunciando la conversión del Parque en un gran conuco, mediante la revivida práctica del desmonte a través del fuego.
La declaración precisando la existencia en ese momento de 32 incendios en otros tantos lugares del área.
Ya hoy, los propios medios mañaneros acogen una información del Servicio Nacional de Protección Ambiental del propio Ministerio, donde se confirma la denuncia de la Sociedad Ornitológica y se da cuenta de que ya han sido controlados 31 de los 32 fuegos contabilizados por la misma.
Ampliando detalles, se informa que los fuegos son ejecutados por haitianos pero por cuenta de dominicanos que pensaban utilizar las áreas siniestradas para la siembra de yautía, que al parecer se da muy bien en esa tierra.
Justo agradecer el celo de la Sociedad Ornitológica que la llevó a hacer la denuncia que comentamos y por otra parte, reconocer la diligente y efectiva respuesta del Servicio Nacional de Protección Ambiental acudiendo de una vez a sofocar los incendios.
Pero el resurgimiento de la práctica malsana e ilegal del “conuquismo” en Los Haitises, que se tenía entendido había quedado extrañada después de las acciones tomadas por Medio Ambiente a que antes hacemos referencia, mueven a preocupación dando motivo a obligadas interrogantes.
¿Estas acciones depredadoras son de ahora o vienen desarrollándose desde antes y en este caso, por cuánto tiempo? A partir del momento en que Medio Ambiente sacó de Los Haitises a los grupos que depredaban el parque ¿se ejerció la necesaria y celosa vigilancia requerida para evitar el retorno de dichos grupos o la instalación de otros nuevos?
¿Se investiga la posibilidad de que haya complicidades por parte de alguna autoridad forestal de la zona para mostrarse permisiva frente a estas acciones? ¿Se va a someter a los responsables a la Justicia y los tribunales aplicarán con el debido rigor las sanciones que amerita este crimen ecológico?
¿Qué previsiones adoptará el Ministerio de Recursos Naturales y Medio Ambiente para evitar que este tipo de situaciones se repitan en Los Haitises? Las preguntas quedan en pie a espera de las necesarias respuestas.
TELEDEBATE. Telefuturo, Canal 23. “teledebate@hotmail.com”
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